Signos y síntomas de la rosácea
Los signos y síntomas de la rosácea se pueden clasificar en principales o secundarios
Signos principales (la presencia de una o más de estas características en la región centrofacial es indicativa de rosácea):
- Rubefacción: enrojecimiento transitorio. Los pacientes con rosácea suelen ruborizarse con mucha frecuencia.
- Enrojecimiento persistente: eritema permanente. Es uno de los signos más habituales de la rosácea.
- Pápulas y pústulas: parecen bultitos y granos normales, y pueden confundirse con acné.
- Telangiectasias: este es el nombre que reciben las venas visibles superficiales (arañas oculares) que a veces presentan los pacientes con rosácea.
Signos secundarios (a menudo aparecen en combinación con uno o más de los signos principales de la rosácea, pero en algunos pacientes pueden producirse de forma independiente):
- Ardor y escozor: algunos pacientes refieren una sensación de picor, ardor y escozor.
- Placas: zonas rojas elevadas.
- Aspectos seco de la piel: la zona central de la piel puede tener una apariencia rugosa y seca.
- Zonas inflamadas: pueden aparecer a la vez o después del enrojecimiento o la rubefacción prolongada del rostro. A veces la hinchazón puede durar días.
- Manifestaciones oculares: incluyen desde síntomas de picor o quemazón hasta signos de conjuntivitis e inflamación de los párpados.
- Cambios fimatosos: engrosamiento de la piel de una zona, normalmente la nariz (rinofima).
En la mayoría de los casos los pacientes presentan una combinación de características principales y secundarias, pero son muy infrecuentes los casos que las presentan todas a la vez.